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agosto 20, 2025¿Cómo interpretar el IPC y el ICL en los contratos de alquiler?
Los contratos de alquiler en Argentina hoy ya no dependen de una única ley. Tras la derogación de la Ley de Alquileres, propietarios e inquilinos volvieron a tener flexibilidad para pactar ajustes, plazos y condiciones. En ese escenario, aparecen dos protagonistas: el IPC y el ICL. Entenderlos es clave para no cometer errores ni quedar atrapado en cláusulas que después pesan demasiado.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) y el Índice de Contratos de Locación (ICL) son referencias distintas, pero muchas veces se confunden. Mientras el IPC refleja la inflación general del país medida por el INDEC, el ICL es un índice específico creado por el Banco Central para regular los ajustes de los alquileres. La elección de uno u otro cambia de forma significativa el monto de actualización, por lo que conocer cómo funcionan y en qué casos se aplican resulta fundamental para propietarios e inquilinos.
Cómo impacta el IPC en los alquileres
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) mide la inflación mensual y es publicado por el INDEC. Su fórmula surge de seguir una canasta de bienes y servicios representativos del consumo en los hogares.
En los contratos de alquiler, cuando el ajuste se ata al IPC, lo que realmente está haciendo el propietario es trasladar la inflación al valor del alquiler. Por eso, cuando la inflación sube fuerte, el impacto en el alquiler también es más agresivo.
Qué es el ICL y por qué se usa en los contratos de locación
El Índice de Contratos de Locación (ICL) fue creado por el Banco Central. Se calcula como un promedio entre:
- la variación del IPC,
- la variación del RIPTE (salarios formales).
De esta forma, el ICL combina inflación con evolución salarial, lo que lo convierte en un índice menos volátil que el IPC puro. Durante la vigencia de la Ley de Alquileres (2020-2023), el ICL fue obligatorio. Hoy no lo es, pero muchos contratos todavía lo utilizan como referencia.
Diferencias clave entre IPC e ICL y su impacto real
El IPC y el ICL no solo se diferencian en cómo se calculan, sino también en el efecto que generan sobre el contrato de alquiler.
- IPC: mide la variación de precios de la economía mes a mes, por lo que sus ajustes son más volátiles y sensibles a los picos inflacionarios. Esto puede significar saltos bruscos en el valor del alquiler, sobre todo en contextos de inflación alta.
- ICL: combina la evolución de la inflación con los salarios registrados (RIPTE), lo que hace que el índice se mueva de manera más gradual y previsible. Es menos agresivo que el IPC en los momentos de inflación fuerte, pero también puede retrasar la actualización del alquiler cuando los salarios se rezagan.
En la práctica:
- Para el propietario, el IPC es visto como una herramienta de protección directa frente a la inflación, ya que ajusta de forma más inmediata el ingreso.
- Para el inquilino, el ICL ofrece una curva más suave, con aumentos más predecibles y menor riesgo de que el alquiler se dispare de golpe.
Por eso, la negociación sobre qué índice aplicar no es un detalle menor: puede determinar la sostenibilidad del contrato en el tiempo, evitando conflictos y garantizando que ambas partes mantengan un acuerdo justo y viable.
Cómo calcular el ajuste según tu tipo de contrato
El IPC (Índice de Precios al Consumidor) se calcula midiendo la variación mensual de precios de una canasta de bienes y servicios. En los contratos de alquiler, aplicar el IPC implica que el ajuste seguirá de manera directa el ritmo de la inflación.
El ICL (Índice para Contratos de Locación), en cambio, combina la evolución del IPC con la variación de los salarios formales. Esto hace que el ajuste sea más gradual y previsible que el del IPC.
Para quienes necesitan estimar cómo impactarán estos índices en un contrato, el Gobierno de la Ciudad cuenta con una calculadora de IPC e ICL online que permite simular los ajustes de forma sencilla y con datos oficiales actualizados.
Escenario actual: qué conviene más en 2025
Con la inflación en desaceleración y un mercado inmobiliario más dinámico, los contratos empezaron a recuperar flexibilidad, generando un contexto diferente al de los últimos años. Hoy, tanto propietarios como inquilinos pueden negociar con mayor libertad, buscando acuerdos que equilibren seguridad y rentabilidad. Entre las tendencias más destacadas se observan:
Ajustes más cortos (mensuales o trimestrales): permiten que los contratos se adapten rápidamente a cambios en los precios, reduciendo el riesgo de desfasaje entre la renta y la inflación.
Mayor uso del IPC: muchos contratos comienzan a tomar este índice como referencia porque refleja con rapidez la evolución de los precios y brinda transparencia en los ajustes.
Negociaciones abiertas: en varios casos, el índice queda en segundo plano frente a la relación directa entre propietario e inquilino, privilegiando acuerdos que se adapten a necesidades puntuales de ambas partes, como plazos, formas de pago o incrementos escalonados.

Este contexto sugiere que quienes negocian hoy tienen más herramientas para acordar condiciones justas y flexibles, tanto para proteger su inversión como para mantener la accesibilidad del alquiler.
Lo que estamos observando como asesores inmobiliarios
Como asesores inmobiliarios, vemos que hoy adaptar los contratos a índices como el IPC o el ICL puede ser beneficioso tanto para inquilinos como para propietarios, siempre que se busque un equilibrio entre previsibilidad y protección del valor de la renta. Los propietarios suelen inclinarse por el IPC, ya que sienten que protege mejor sus ingresos frente a la inflación, mientras que muchos inquilinos siguen preguntando si es posible usar el ICL, al considerarlo más previsible para organizar sus finanzas. La mayor confusión aparece a la hora de calcular los ajustes: recibimos consultas constantes sobre dónde encontrar el índice oficial y cómo aplicarlo correctamente. En definitiva, nuestro objetivo es que los contratos sean claros, justos y sostenibles en el tiempo, ofreciendo seguridad a ambas partes.
Te asesoramos con tu alquiler
Si eres propietario y querés poner en alquiler tu propiedad, o sos inquilino y necesitás orientación, desde Amaya Real Estate estamos a disposición para ayudarte a resolver todas tus dudas. Nuestro objetivo es acompañarte en cada paso, ofreciendo asesoramiento claro y práctico para que tu contrato sea justo, seguro y adaptado a tus necesidades.
Preguntas que querrás responder sobre IPC e ICL
¿Cuál índice me pesa más este año?
En 2025, el IPC suele ajustar más rápido que el ICL, aunque depende de tu cláusula y periodicidad.
¿Se puede negociar el índice?
Sí, la normativa actual permite pactar cualquier índice. Lo importante es dejarlo claro en el contrato.
¿Qué pasa si la inflación baja?
Con el IPC, la baja se refleja inmediatamente. Con el ICL, el efecto tarda un poco más en trasladarse.